La oscuridad de la noche ha sido desde tiempos inmemorables motivo de misterio, preocupación e incluso miedo. Será por eso, que muchas de las civilizaciones que fueron surgiendo con el tiempo adoraban o mantenían culto al sol, como si se tratara de un dios liberador de las tinieblas. Sin embargo, para muchos animales, la oscuridad es su campo de juego y el tiempo que dura el sol escondido, lo aprovechan para cazar o encontrar su fuente de alimento. Algunas especies, como los cárabos, están totalmente "diseñados" para ser unas máquinas nocturnas de matar, pero otras, simplemente se adaptan utilizando sus sentidos más desarrollados.
Cárabo común (Strix aluco) en medio de la noche
El calor veraniego hace los días largos y agotadores incluso en las montañas del norte. Muchos animales aprovechan la sombra de los bosques para pasar ocultos y frescos perezosamente el día o simplemente no salen de sus madrigueras. Es por ello que a la caída del sol, con el descenso de temperaturas, comienza la actividad. En los mamíferos carnívoros e insectívoros, la búsqueda insaciable de alimento bajo la luz de la luna es posible principalmente gracias al olfato, aunque puedan poseer además una vista adaptada a la oscuridad.
Luna llena al anochecer
Erizo común (Erinaceus europaeus) buscando alimento por la noche
Zorro (Vulpes vulpes) en la montaña palentina
Otros animales, parece que hartos del día-noche, viven en lugares donde reina la oscuridad y la temperatura nunca se eleva. Los ríos y las aguas subterráneas que discurren por un sustrato rocoso calizo, a lo largo de los años han ido erosionando el terreno generando cuevas y cañones. Esta modificación del paisaje es llamada "karstificación", y aquí es donde se alojan, como es lógico, multitud de murciélagos. Pero también encuentran confort y comida en estas cuevas otras especies animales, como son los sapos.
Interior de la cueva de caliza
Sapo común (Bufo bufo) en el interior de la cueva
El agua se filtra por el techo gota a gota depositando sus minerales, formando normalmente las estalactitas y estalagmitas a través de los años. Aquí no abundaban ni estalactitas ni estalagmitas propiamente dichas, sino que parecía como si hubiera muchas juntas, resultando estas formas tan curiosas.
Techo de la cueva
Curiosa es la siguiente formación aparecida en la pared del interior de la cavidad y que desafía las leyes de la gravedad, con una forma de gancho invertido.
Extraña formación en la pared debida a corrientes en la cavidad
Una explicación, es que la zona se encuentra en medio de corrientes que influyen en la manera de desarrollarse esa especie de "púas". Y es allí entre corrientes y fascinantes formaciones rocosas, en lo profundo de la cueva, donde apareció dicho sapo. Vivía en oscuridad completa y su única fuente de alimento que encontramos eran arañas y pequeños bichos que se desarrollaban en algún charco interior.
Sapo común (Bufo bufo) en el interior de la cueva
Es fascinante ampliar conocimientos de esta fauna con facetas nuevas que aún desconocíamos. La noche, la oscuridad y el misterio que con ello se crea, a nuestro parecer, es la mejor forma. Con este sapo "de las cavernas" nos despedimos hasta nueva entrada.
Gracias a todos los que dedicáis unos minutos a este blog y dejáis algún que otro comentario, un saludo.
Me quito el sombrero...
ResponderEliminarEspectacular foto del cárabo. Y si, los misterios de la noche nos tienen enamorados.
Un saludo!!
Como siempre aprendiendo en vuestro blog.....y ese Carabo para quitarse el sombrero !!!(se ven poquisimas asi)
ResponderEliminarSaludos camperos!
Estupendo y fascinante reportaje...La foto del cárabo es una preciosidad!!!
ResponderEliminarUn abrazo!
http://faunaiberica-biologia.blogspot.com.es/
Que buena entrada. Siempre conseguís hacer estos pequeños reportajes del todo interesantes. Enhorabuena.
ResponderEliminarSaludos,
Lourdes y Jesús