Si el avistamiento de este grupo de aves es complicado, el poder fotografiarlas lleva a cabo mayor complejidad si cabe. La ausencia de luz no permite enfocar con la cámara al animal, a parte de las grandes distancias a las que se suelen encontrar.
Han sido varias las ocasiones que hemos podido observar al cárabo común, la mayoría de los avistamientos fueron casuales y desde el coche al circular en plena noche por alguna carretera de la montaña cantábrica.
Esta especie siempre ha estado rodeada de leyendas y misterios, su característico canto se asocia mitologicamente a la mala suerte y a la muerte. Contrariamente a lo que cuentan las leyendas, el cárabo al igual que todas las rapaces nocturnas, son unos magnificos aliados de todo agricultor o campesino ya que mantienen la población de roedores estable, siendo los mejores raticidas que existen.
La siguiente imagen muestra el último y quizá el más cercano de los encuentros que hemos tenido con la rapaz. Ocurrió sobre las 6:30 de la mañana cuando nos dirigíamos hacia un gran hayedo cercano al puerto de Piedrasluengas. Mientras subíamos por la carretera pudimos apreciar entre la nieve que caía y la tranquilidad de la noche, la silueta del cárabo común posado en un haya. Con toda la prisa del mundo paramos el coche, bajamos la ventanilla y nos quedamos embobados observándolo. Después de unos 20 segundos sacamos la cámara, solo nos dió tiempo a tirar 4 fotos, que gracias a la ayuda de una gran linterna que nos prestó nuestro hermano pequeño de 8 años, nos permitió iluminar al ave y obtener una buena imagen, ya que las otras 3 salieron movidas o muy oscuras. Sin una linterna o un foco hubiese sido imposible ya que enfocar al pájaro sin un aporte mínimo de luz es tarea muy complicada.
Cárabo común (Strix aluco)
Es practicamente imposible confundir al cárabo con cualquier otra ave nocturna ibérica, sus ojos negros, su tamaño medio y su coloración gris o marrón dependiendo de las dos varientes cromáticas que existen, lo hacen inconfundible.
Esta rapaz es típica de bosques o masas forestales, pero últimamente suelen darse algunas citas en los alrededores de los pueblos. Incluso como pudo apreciar mi hermano Dani con una observación directa de una pareja que utiliza frecuentemente como atalaya de caza el tejado de una casa de pueblo cántabro. Hay veces que las observaciones ocurren de manera indirecta, es decir, reconociendo las egagrópilas.
En el caso del cárabo, expulsa restos no digeridos de pelo meclado con huesecillos que sobresalen. Son de forma alargada y el tamaño suele ser de unos 5cm de largo.
Suele reconocerse por el par de huesos que sobresalen casi por completo en uno de los extremos, dándole una forma más alargada. En su interior, lo más habitual es encontrar restos óseos de pequeños roedores como son los ratoncillos de campo o las musarañas, ya que son la máxima fuente de alimentación de este tipo de rapaces. En la imágen siguiente se muestran algunos de los más destacados.(pinchar para ampliar).
Es una maravilla poder observar la habilidad que presentan las rapaces nocturnas para volar de forma tan silenciosa (debido a sus aterciopeladas plumas), precisa y tranquila, incluso en las noches más cerradas y entre los hayedos más frondosos.
Para finalizar, quería resaltar los diversos inconvenientes que producen el uso inadecuado de reclamos (aparato que imita el sonido de un animal). Es frecuente que algunos naturalistas empleen emuladores de sonido para la observación o fotografía de algunas especies complicadas de avistar. Personalmente, no estoy de acuerdo en su utilización para fines de ocio, como pueda ser la caza o el avistamiento de aves, ya que en la mayoría de las ocasiones se producirán perjuicios al animal. En el caso de especies territoriales, como el cárabo, su empleo produciría un desplazamiento de la especie. En aves migradoras puede provocar asentamientos de ejemplares en lugares inadecuados. Los reclamos que simulan el canto de un macho, origina el desplazamiento de otros machos. Sin embargo, si su finalidad es científica, como ocurre en el anillamiento científico o a la hora de realizar censos de individuos concretos, su uso está perfectamante justificado.
Gracias por la visita,
un saludo
Esta rapaz es típica de bosques o masas forestales, pero últimamente suelen darse algunas citas en los alrededores de los pueblos. Incluso como pudo apreciar mi hermano Dani con una observación directa de una pareja que utiliza frecuentemente como atalaya de caza el tejado de una casa de pueblo cántabro. Hay veces que las observaciones ocurren de manera indirecta, es decir, reconociendo las egagrópilas.
En el caso del cárabo, expulsa restos no digeridos de pelo meclado con huesecillos que sobresalen. Son de forma alargada y el tamaño suele ser de unos 5cm de largo.
Egagrópila de cárabo común (Strix aluco)
Suele reconocerse por el par de huesos que sobresalen casi por completo en uno de los extremos, dándole una forma más alargada. En su interior, lo más habitual es encontrar restos óseos de pequeños roedores como son los ratoncillos de campo o las musarañas, ya que son la máxima fuente de alimentación de este tipo de rapaces. En la imágen siguiente se muestran algunos de los más destacados.(pinchar para ampliar).
Restos de presas del cárabo común (Strix aluco)
Es una maravilla poder observar la habilidad que presentan las rapaces nocturnas para volar de forma tan silenciosa (debido a sus aterciopeladas plumas), precisa y tranquila, incluso en las noches más cerradas y entre los hayedos más frondosos.
Para finalizar, quería resaltar los diversos inconvenientes que producen el uso inadecuado de reclamos (aparato que imita el sonido de un animal). Es frecuente que algunos naturalistas empleen emuladores de sonido para la observación o fotografía de algunas especies complicadas de avistar. Personalmente, no estoy de acuerdo en su utilización para fines de ocio, como pueda ser la caza o el avistamiento de aves, ya que en la mayoría de las ocasiones se producirán perjuicios al animal. En el caso de especies territoriales, como el cárabo, su empleo produciría un desplazamiento de la especie. En aves migradoras puede provocar asentamientos de ejemplares en lugares inadecuados. Los reclamos que simulan el canto de un macho, origina el desplazamiento de otros machos. Sin embargo, si su finalidad es científica, como ocurre en el anillamiento científico o a la hora de realizar censos de individuos concretos, su uso está perfectamante justificado.
Gracias por la visita,
un saludo
Vaya , valla esta si que es una gran entrada!!! A mi se me resisten todavia, no tengo ninguna rapaz nocturna. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn Saludo
Interesante entrada amigos. Una rapaz nocturna preciosa, tuvisteis muy buena suerte al conseguir iluminar al Carabo con la linterna y que aguantara alli y no se fuera. Un saludo.
ResponderEliminarsi, preciosas fotos !
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