Cobijo Camijanes

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lunes, 14 de enero de 2013

Un blanco en la oscuridad

A menudo observamos el desarrollo de la pigmentación mimética de los depredadores en plumas, escamas, piel y pelaje. Por ejemplo, los leones de la sabana que siempre acechan a su presa entre pastos pardos, tienen el tono perfecto para pasar desapercibidos hasta el último momento. Pero tampoco hace falta pensar en remotos lugares ni grandes mamíferos. En la fauna ibérica misma, cantidad de animales presentan esta característica. Hemos destacado en este blog algunas especies como el chotacabras, el cárabo o el autillo que pueden describirse como auténticos maestros del camuflaje; con ayuda de la noche y su plumaje críptico pueden acechar desde casi la invisibilidad. Además, para este tipo de especies, mimetizarse durante el día con el entorno proporciona un descanso seguro y tranquilo. Por tanto, un arma de doble filo.
La protagonista de esta entrada, la lechuza común, es la única de las aves rapaces nocturnas de la península que no goza de este privilegio. Posee un dorso gris-dorado entremezclado bastante curioso, pero la guinda de este gran alado es el blanco que le cubre el pecho, la cara y la base de las alas. De esta manera, cuando nos sobrevuela, sólo vemos una silueta blanca. Un blanco en la oscuridad. Parece como si a la hora de elegir, hubiera preferido la belleza a la facilidad del camuflaje.


Lechuza común (Tyto alba)


Como una estatua de mármol, blanca y quieta espera la localización de una presa desde su posadero. Desde un poco antes del comienzo del invierno y hasta antes de la época de cría (en lo que a Cantabria se refiere), se produce un incremento notable de lechuzas. Fundamentalmente se pueden atribuir dos causas:

-Aunque esta especie se considera bastante sedentaria, la falta de topillos provocada por un repentino descenso de las poblaciones (lo que los ingleses conocen como "wanderjahre") acentúa la necesidad de desplazarse, sobretodo de los juveniles. No suelen ser grandes distancias, unos 300 Km de media, pero es suficiente para que durante estas fechas se dejen ver ejemplares de Francia sobretodo y alguno que otro de Reino Unido.

-El segundo motivo se debe a que durante estos meses los campos de cultivo están recién sembrados y la  poca cobertura herbácea disponible deja muy indefensos a pequeños roedores como: los ratones de campo o musarañas que suelen moverse en los bordes de dichos campos. Este patrón es más que conocido por la rapaz y por ello durante estas fechas se concentran en esos puntos calientes.


Lechuza común (Tyto alba) en un nogal


Los expertos calculan que en condiciones normales, una lechuza consume de media entre 3 y 4 micromamíferos al día, pero en la época previa a la cría y mientras que tienen una prole a cargo, los números pueden multiplicarse hasta por 10. La mayoría de estos estudios los llevan a cabo los británicos, de los cuales sacan unos magníficos documentales con los que la gente conoce a la especie, se conciencia y respetan. Vamos, algo parecido a lo que se hace por aquí....... En un documental de la BBC, llamado Springwatch 2012, hicieron un pequeño estudio en el que una familia compuesta por 3 pollos, la madre y el padre consumieron 10 roedores en una hora y media. Estos datos avalan y enseñan que no hay mejor raticida que una familia de lechuzas cerca.


Macho de lechuza común (Tyto alba)


Esta especie, aunque tenga de apellido común, no deja de sorprender a la gente que muestra interés por ella e intenta conocer un poco más de su biología y etología. Un aspecto curioso a resaltar es que son monógamos, es decir, que mantiene la misma pareja durante toda la vida. Solo en el caso de muerte de uno de los dos, es cuando se rompe la fidelidad. Para diferenciar los sexos hay una regla, que aunque no es fiable al 100%, es la que más se utiliza. Generalmente un 95% los machos no presentan motas negras en el pecho (fotografía superior), rasgo distintivo que sirve para identificar a las hembras (fotografía inferior). También se puede distinguir al género masculino por un collar blanco en cada parte del cuello en contraposición con las féminas que lucen tonos ocres.


Hembra de lechuza común (Tyto alba) con las características motas negras en el pecho.


Si nos remontáramos a una época ancestral, en la que por las noches no habría más luz que la que pudiera provocar el fuego, ver una lechuza correspondería a algo inusual y sobretodo llamativo. Como una estrella fugaz, sería de las pocas cosas que llamaría la atención visualmente en la oscuridad y seguramente digno de recordar.
Muchas gracias a todos por visitarnos. Nos vemos en el siguiente post.

4 comentarios:

  1. Preciosas fotos y si que es curioso que sea blanca la verdad, viendo el plumaje de sus "parientes".....por cierto he hecho una caja para lechuza que ya vereis....je,je
    saludos camperos!

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  2. Una muy buena entrada, con muy buenas fotos, un abrazo.

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  3. De las mejores fotos que he visto de esta especie en libertad!!! a seguir asi!!
    Un abrazo!!

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  4. Tenéis pilladas a casi todas las nocturnas de nuestra fauna. Y a cada una de ellas con mejores resultados.
    Suerte con las especies que quedan, que observar rapaces nocturnas siempre es un reto bonito, complicado y divertido.
    Ánimo y a seguir así!!

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