Una de las claves y de lo que nos sentimos más orgullosos, es que siempre que hemos fotografiado y visto al oso pardo, lo hemos hecho sin causar ninguna molestia a la especie y sin que se percatase de nuestra presencia. En todas las ocasiones hemos mantenido una distancia más que prudencial, de hecho, hemos utilizado la técnica fotográfica menos intrusiva que hay; el digiscoping afocal. Sólo de esta manera, cuando el animal no se siente acosado lo más mínimo, sale la auténtica magia de la Cordillera Cantábrica y nos deleita con auténticas escenas íntimas.
Sin nada ni nadie que moleste a la osa y a sus dos esbardos, los días van pasando más o menos con la misma rutina. Salen de su encame un par de horas después de que haya salido el sol para alimentarse de brotes herbáceos y algún que otro insecto oculto bajo las rocas. Destinan la mayoría del tiempo a alimentarse y de vez en cuando se ve cómo los hermanos juegan. Cada componente del grupo se entretiene con sus cosas, aunque la madre osa se encarga de mantener unas distancias prudenciales y de vez en cuando tiene que reagrupar a sus dos hijos cada vez más aventureros. Al cabo de dos o tres horas, la familia se recuesta entre unas rocas para que los dos pequeños sean amamantados. Aunque posean cerca de año y medio y tengan la misma dieta herbívora que la madre, todavía necesitan sus pequeñas dosis de la nutritiva leche materna.
Se recomienda subir la calidad del video pinchando en el símbolo (youtube) y posteriormente en el símbolo de engranaje para seleccionar 1080HD. Ambas cosas abajo-derecha de la imagen.
Hay casos en que una osa pueda tener 3 e incluso 4 esbardos en una misma camada (este último caso, hasta el momento, solo se ha dado en poblaciones oseras finlandesas y rusas sobretodo, haciendo referencia al ámbito europeo). Cuando son 3 oseznos, uno de ellos suele ser más pequeño que los otros dos. Esto se debe a que las mamas superiores de la osa, situadas a la altura de la axila, son las que producen la leche más nutritiva, en contraposición con las que se sitúan debajo. Debido a eso, siempre hay una lucha titánica entre hermanos, sobretodo si son más de dos, por agarrar la mejor mama. En el caso de ser dos, como se observa en el video anterior, todo es más fácil y tranquilo para ellos.
Después de una buena comilona, qué mejor manera de relajarse que echando una siesta. Así lo hizo la familia durante al menos dos horas, para luego proseguir con su actividad hasta justo antes de que se ocultase el sol en el horizonte, donde vemos su silueta por última vez.
Hembra de oso pardo cantábrico (Ursus arctos cantabricus) durmiendo con sus dos esbardos en total libertad
Se podrá comprender porque hemos separado estos comportamientos a la vez tan naturales y tan sorprendentes. El oso, como cualquier otro animal, trata de sobrevivir tranquilamente. Ver una especie tan imponente como lo es esta, en una situación tan vulnerable y a su vez tan tranquila, le hace a uno reflexionar. Le hace a uno pensar en que los osos no están tan mal en nuestras montañas, si se les deja campar a su aire, sin interferir en su vida y hábitat. Es una especie que no necesita muchos factores para que su población aumente, ya que mientras tenga disponibilidad de alimento y zona de refugio puede tirar para adelante. Pero sí requiere de la calidad y preservación de su hábitat. El problema al que se enfrentan es que parte de su territorio no se respeta: incendios, venenos, lazos, cacerías inapropiadas... son una grave amenaza para la especie. Además de los problemas a gran escala que sufre en su territorio, fraccionándose con explotaciones a cielo abierto, infraestructuras y con todos esos factores limitantes, que son incompatibles con este tesoro que es el oso.
Por lo tanto está en nuestras manos, la conservación de esta y otras muchas especies, ya que cada uno de nosotros puede poner un granito de arena para proteger cada uno de nuestros ecosistemas, simplemente con respetar el medio en el que estamos. Pero últimamente, el futuro incierto del oso, parece estar más tristemente ligado a la administración y sus medidas incoherentes de preservación del medio, donde priman muchas otras cosas antes que la protección de los auténticos emblemas faunísticos.
Muchas gracias a todos por visitarnos y por vuestros comentarios.
Por lo tanto está en nuestras manos, la conservación de esta y otras muchas especies, ya que cada uno de nosotros puede poner un granito de arena para proteger cada uno de nuestros ecosistemas, simplemente con respetar el medio en el que estamos. Pero últimamente, el futuro incierto del oso, parece estar más tristemente ligado a la administración y sus medidas incoherentes de preservación del medio, donde priman muchas otras cosas antes que la protección de los auténticos emblemas faunísticos.
Muchas gracias a todos por visitarnos y por vuestros comentarios.
Un saludo
Como siempre, dando datos maravillosos y deleitándonos con vuestras entradas.
ResponderEliminarVuestros blog es una muy buena fuente de información.
Gracias por vuestro trabajo.
Asi es como mas disfruta uno cuando ves la fauna, sin molestar ni que noten tu presencia, y que sigan con su rutina.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es como creemos que se debería hacer, y más con especies protegidas y delicadas. Ver sin que te vean. Y para eso el mejor aliado es la distancia. Lo malo es que esto se contradice con la calidad fotográfica; tan fácil como encontrar el equilibrio adecuado y tener claro cuales son nuestras preferencias. Un saludo y gracias por pasar
Eliminar