Cobijo Camijanes

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domingo, 24 de marzo de 2013

La familia en primavera

La primavera siempre ha sido y será la estación que la mayoría de los naturalistas nos pasamos esperando durante el resto del año. Los días son largos y la vida comienza a fluir por todos los rincones. Son tantas las posibilidades que ofrece esta estación, que nunca se poseen días suficientes para hacer todo lo que uno  desea. Para la mayoría de mamíferos, se trata de una época delicada y de suma importancia, durante la cual, las madres volcarán toda su atención en criar, cuidar y sacar adelante a su prole, evitando cualquier situación que pueda suponer un peligro para la nueva generación.

En el caso del oso pardo cantábrico, las hembras con crías del año anterior se encaraman en lo alto de las peñas donde encuentran la seguridad y tranquilidad necesaria para pasar desapercibidos de uno de sus peligros potenciales, los grandes machos. Estos, llegado el momento, buscarán fragmentar el núcleo familiar con el fin de que la hembra entre en celo lo más rápido posible. La protección de la familia es lo más importante durante este periodo, por tanto, estar en lo más alto significa mirar hacia abajo para controlar la situación.


Hembra de oso pardo cantábrico (Ursus arctos cantabricus) pendiente de sus dos crías de segundo año.


A parte de encontrar refugio en las partes más agrestes de las montañas, estas zonas son ricas en frescas hierbas primaverales, las cuales compondrán la mayor parte del alimento en esta estación. Por ello y por que la mayoría de los osos acaban de salir del periodo de hibernación, su peso corporal en primavera dista mucho del de principios de invierno cuando la fase de hiperfagia está en su punto más alto y donde los osos lucen esa figura grande y abultada que les caracteriza.


Hembra de oso pardo cantábrico (Ursus arctos cantabricus) con sus dos crías de segundo año en las altas peñas


Esta familia, dedicó prácticamente toda su jornada diurna a pastar entre torrentes y canales verticales. Es increíble que una especie como el oso, de aspecto gordo y rechoncho, sea lo suficientemente hábil como para escalar, correr y trepar por un hábitat que prácticamente esta restringido a los más especialistas y adaptados como el rebeco. Aunque en las fotos no lo pueda parecer, este grupo de osos se mantenía siempre en unos ambientes prácticamente verticales.

 
Hembra de oso pardo cantábrico (Ursus arctos cantabricus) comiendo hierbas primaverales con sus dos crías de segundo año.


Una dieta vegetariana en un animal omnívoro a la larga tiene sus pequeñas carencias de nutrientes. Por ello, para compensarlo, hay veces que podemos observar a los plantígrados chupando piedras con el fin de obtener sales, a parte de encontrar también una pequeña fuente de proteínas con los insectos que encuentran en las fisuras de las rocas o debajo de las piedra. Es lo mismo que han utilizado toda la vida los ganaderos cuando a las ovejas y demás ganado les colocan piedras y bloques de sal.

A continuación os colgamos un vídeo con algunas de las secuencias más significativas, de esta familia en primavera, a la que tuvimos el privilegio de grabar durante un par de jornadas. Esperamos que disfrutéis del vídeo.
Un saludo a todos los visitantes y muchas gracias por vuestros comentarios y opiniones.

 
 
 
Pd: Ver en Youtube pinchando sobre dicho logotipo (abajo-derecha), para subir la calidad del vídeo pinchando en el primer símbolo que aparece abajo a la derecha de la imagen (engranaje) y ponerlo a 1080pHD.

2 comentarios:

  1. Muy guapo el vídeo. Me resultan conocidos esa familia y el paisaje.

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  2. Enhorabuena chicos. Una excelente recompensa al trabajo bien hecho y al esfuerzo. Y sobre todo, a los numerosos fracasos que esto conlleva.
    Como siempre, unas imágenes y un vídeo perfectos. No es nada fácil conseguir mostrar los comportamientos mas íntimos de esta especie, a tanta distancia y con tanto respeto.
    Cuidaros y a seguir así!

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